La imágen del falo se asocia con el poder de la fecundación de la naturaleza, representado en el Dios Fascinus, al que se atribuye la curación fascinum o  mal de ojo, la ayuda a la fecundación de las hembras estériles, etc. Se usaba como talismán con poder protector y acompañante de la buena suerte. Hallado en  en la campaña de excavaciones de 1999 en la Muralla oriental de la ciudad romana. La imagen ha sido voluntariamente aumentada en un 20% y se ha restituido la anilla del colgante.